Cuando tus manos se adormecen, experimentas una sensación de hormigueo y entumecimiento. Puedes sentir un poco de debilidad en tus manos y una sensación de picazón en la piel. El adormecimiento también puede afectar tus dedos, muñecas y antebrazos. A veces, el adormecimiento se presenta acompañado de dolor o inflamación.

Los síntomas del adormecimiento de manos por estrés no siempre son evidentes y a menudo se presentan después de un período prolongado de tensión emocional. Si bien son especialmente incómodos, pueden resolverse con un tratamiento adecuado.

Existen muchas causas posibles que pueden provocar el adormecimiento de las manos debido al estrés. Algunas de ellas son:

• Postura inadecuada: Si sueles sentarte con los hombros encorvados o mantener una mala postura al dormir, puedes ejercer presión sobre tus nervios y desencadenar el adormecimiento.
• Apretar o tensar los músculos: El estrés, la ansiedad y la tensión emocional pueden causar que aprietes o tenses los músculos involuntariamente. Esto puede provocar el pinzamiento de los nervios y el adormecimiento de las manos.
• Síndrome del túnel carpiano: El estrés también puede aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome del túnel carpiano, lo que puede llevar a la opresión del nervio mediano en la muñeca, lo que provoca adormecimiento, dolor y debilidad en la mano.

El tratamiento para el adormecimiento de manos por estrés depende de la causa subyacente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

• Ejercicios de estiramiento: La realización de ejercicios de estiramiento puede ayudar a liberar los músculos tensos y reducir la presión sobre los nervios afectados.
• Mantener una postura adecuada: Practica mantener una postura adecuada mientras trabajas, duermes o te relajas, lo que puede ayudar a prevenir la aparición de síntomas relacionados con el adormecimiento de manos.
• Métodos de relajación: Puedes probar algo de relajación progresiva de los músculos, a yoga, a la meditación, la preparación de un baño con aceites esenciales, entre otros métodos de relajación.

Si el adormecimiento de manos persiste o empeora, es importante hablar con un médico o un profesional de la salud para obtener un diagnóstico adecuado y recomendaciones de tratamiento.