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El estrés es un problema que afecta a muchas personas hoy en día. Y una de las consecuencias más comunes del estrés son las contracturas musculares. Estas contracturas pueden ser muy dolorosas y limitantes, por lo que es importante conocerlas y evitarlas en la medida de lo posible.
En este artículo hablaremos de las contracturas musculares por estrés, cómo prevenirlas y cómo tratarlas en caso de que aparezcan. Si sufres de estrés y/o contracturas musculares, este artículo es para ti. ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las contracturas musculares?
Las contracturas musculares son contracciones involuntarias y prolongadas de un grupo muscular. Estas contracciones hacen que el músculo afectado se tense y puede resultar en dolor e incomodidad.
Existen diferentes tipos de contracturas musculares, como las musculares agudas o las crónicas. Las contracturas musculares por estrés son un tipo de contractura crónica que se produce debido a la tensión y la presión acumulada en los músculos como consecuencia del estrés emocional.
¿Cómo prevenir las contracturas musculares por estrés?
Prevenir las contracturas musculares por estrés es posible siguiendo algunas recomendaciones simples. Aquí te dejamos algunas de ellas:
- Mantén una buena postura corporal.
- Realiza ejercicios de estiramiento y relajación muscular de manera regular.
- Evita estar mucho tiempo sentado o de pie en la misma posición.
- Procura hacer pausas activas durante la jornada laboral.
- Practica actividades que te gusten y te ayuden a reducir el estrés, como el yoga, la meditación o el deporte.
¿Cómo tratar las contracturas musculares por estrés?
Si ya padeces contracturas musculares por estrés, existen algunas estrategias que te pueden ayudar a tratarlas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Realiza técnicas de relajación muscular como el stretching o la gimnasia suave.
- Aplica calor o frío en la zona afectada.
- Realiza masajes suaves en la zona afectada, siempre y cuando no sea doloroso.
- Consulta con un fisioterapeuta para recibir un tratamiento más especializado.
Recuerda que lo más importante es prevenir las contracturas musculares por estrés. Si ya las padeces, no dudes en consultar con un especialista para recibir el tratamiento adecuado.