Fracturas por estrés

¿Qué son las fracturas por estrés?

Las fracturas por estrés son un tipo de lesión ósea que se produce debido a la carga repetitiva de los huesos. Esto puede ocurrir cuando los músculos no pueden soportar la tensión aplicada, y los huesos se ven obligados a absorber la carga. Aunque en muchos casos las fracturas por estrés pueden parecer una lesión menor, pueden tener graves consecuencias si no se tratan adecuadamente.

Causas

Las fracturas por estrés se producen comúnmente devido a una actividad repetitiva como correr, saltar o bailar. Los deportes como el atletismo, el baloncesto y el fútbol son los más propensos a provocar este tipo de lesiones. En las actividades diarias, el uso repetitivo de herramientas mecánicas, como una sierra eléctrica, puede romper el hueso. La falta de descanso y recuperación puede empeorar la situación, ya que los músculos y huesos no tienen tiempo suficiente para recuperarse.

Síntomas

El síntoma más común de una fractura por estrés es el dolor agudo y constante en la zona afectada. A menudo se describe como un dolor sordo al principio que se intensifica con la actividad física. También puede haber hinchazón localizada, sensibilidad y enrojecimiento en la zona afectada. En algunos casos raros, los pacientes pueden experimentar una fiebre baja.

Diagnóstico

Un traumatologo o médico deportivo puede realizar un examen físico y solicitar pruebas de diagnóstico adicionales para confirmar una fractura por estrés. Las radiografías pueden no mostrar la fractura de inmediato y, por lo tanto, se necesitarán otras pruebas, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética. Un profesional sanitario especializado en diagnóstico de lesiones oseas puede identificar las fracturas por estrés atendiendo a los síntomas y a los resultados de las pruebas de diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento para una fractura por estrés dependerá de la gravedad y la localización de la lesión. En la mayoría de los casos, es posible tratar la fractura por estrés con reposo, hielo y medicamentos para el dolor. Si es necesario, un profesional sanitario especializado puede ajustar las actividades diarias del paciente según como se recupera. En casos más graves, la reducción quirúrgica y la inmovilización pueden ser necesarias para que la fractura se cure adecuadamente.

prevención

La mejor manera de evitar las fracturas por estrés es mediante la prevención: mantener los músculos y los huesos fuertes y saludables. La práctica regular de ejercicios físicos es una de las mejores maneras de prevenir las fracturas por estrés. Además, es importante tomar descansos regulares si se practican actividades repetitivas y hacer estiramientos y calentamientos antes y después de la actividad física. En general, la buena salud ósea depende de la alimentación, el ejercicio y la reducción del estrés. Mientras se sigan estas medidas, las fracturas por estrés se mantendrán bajo control.

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