Introducción
El estrés es una respuesta normal del organismo ante situaciones que requieren una adaptación y una movilización de recursos, pero cuando se prolonga en el tiempo y se vuelve crónico puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental. En este artículo hablaremos acerca del funcionamiento del sistema nervioso en situaciones de estrés.
El sistema nervioso es el encargado de regular y coordinar todas las funciones del organismo, incluyendo las respuestas al estrés. El estrés activa el sistema nervioso simpático, que prepara al cuerpo para la acción inmediata (lucha o huida), y el sistema nervioso parasimpático, que restablece el equilibrio y la calma después de la acción.
Cómo funciona el sistema nervioso en situaciones de estrés
El estrés activa una serie de respuestas fisiológicas, psicológicas y conductuales que preparan al organismo para la acción. Cada persona responde de forma diferente, dependiendo de múltiples factores como la genética, el ambiente, la historia personal y la capacidad de afrontamiento.
Respuestas fisiológicas
- Activación del sistema nervioso simpático, que acelera el ritmo cardíaco y la respiración, dilata las pupilas y contrae los vasos sanguíneos periféricos.
- Activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), que libera hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, que aumentan los niveles de glucosa en sangre y la disponibilidad de energía.
- Inhibición del sistema nervioso parasimpático, que reduce las funciones relacionadas con la digestión, el sueño y la relajación muscular.
Respuestas psicológicas y conductuales
- Amenaza percibida: evaluación cognitiva de la situación de estrés como una amenaza o un desafío. La percepción de amenaza aumenta la intensidad y la duración de la respuesta de estrés.
- Afrontamiento: estrategias cognitivas y conductuales que utiliza el sujeto para hacer frente a la situación de estrés, que pueden ser adaptativas o desadaptativas.
- Consecuencias: efectos del estrés en el bienestar físico, emocional y social, que pueden ser positivos o negativos a corto y largo plazo.
Cómo manejar adecuadamente el estrés
Aunque el estrés no se puede evitar por completo, existen diversas estrategias para manejarlo adecuadamente y reducir sus efectos negativos sobre la salud:
- Ejercicio físico regular: ayuda a liberar tensiones, reducir la ansiedad y mejorar la capacidad de afrontamiento.
- Relajación y meditación: técnicas que fomentan la relajación muscular, la respiración profunda y la atención plena, y que reducen la respuesta fisiológica al estrés.
- Apoyo social: contar con una red de relaciones sociales satisfactorias y de apoyo emocional aumenta la resiliencia y reduce el estrés.
- Estilo de vida saludable: mantener hábitos saludables como una alimentación equilibrada, el sueño reparador y la evitación de sustancias tóxicas (tabaco, alcohol, drogas).