¿Te has preguntado qué pasa en tu cuerpo cuando te enfrentas a situaciones de peligro o estrés? En este artículo te explicaremos qué sistema se activa y cómo funciona, para que puedas entender mejor cómo se comporta tu organismo ante situaciones de este tipo.
Cuando el cuerpo humano se encuentra en peligro o expuesto a situaciones de estrés, se activa lo que se conoce como el sistema nervioso simpático. Este sistema es el encargado de activar la llamada «respuesta de lucha o huida», que nos permite afrontar situaciones de peligro o escapar de ellas.
¿Cómo funciona el sistema nervioso simpático?
El sistema nervioso simpático es una parte del sistema nervioso autónomo, que es aquel que controla funciones corporales involuntarias como la respiración, la digestión o el latido del corazón. Cuando el sistema simpático se activa, prepara el cuerpo para una respuesta inmediata ante el peligro o el estrés, liberando adrenalina y noradrenalina que aumentan el ritmo cardíaco, la respiración y la tensión muscular.
Gracias a estas reacciones, el cuerpo se encuentra listo para luchar o huir. En otras palabras, el sistema nervioso simpático nos prepara para afrontar situaciones de peligro o estrés y poner en marcha nuestra capacidad de supervivencia.
¿Y qué pasa con el sistema nervioso parasimpático?
Además del sistema nervioso simpático, el cuerpo humano cuenta con el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de regular las funciones corporales durante momentos de descanso y relajación. Este sistema trabaja en contraposición al sistema simpático, contribuyendo a reducir la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la respiración cuando el cuerpo no está expuesto a situaciones estresantes.
En situaciones de peligro o estrés, el sistema parasimpático se vuelve menos activo, permitiendo que el sistema simpático se encargue de activar la respuesta de lucha o huida y hacer frente a la situación.
¿Qué consecuencias puede tener una activación prolongada del sistema nervioso simpático?
Aunque la respuesta de lucha o huida puede ser beneficiosa en situaciones de emergencia, una activación prolongada del sistema nervioso simpático puede tener consecuencias negativas a largo plazo. El estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión y otros problemas de salud física y mental.
Por eso, es importante aprender a manejar el estrés y las situaciones de peligro de manera adecuada, con el fin de evitar que la respuesta de lucha o huida se active de forma constante y no tenga tiempo para desactivarse, lo que puede provocar un desequilibrio en nuestro organismo y afectar negativamente nuestra salud a largo plazo.