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En la actualidad, el estrés no afecta sólo a las personas. También las plantas pueden sufrir estrés de diferentes tipos y con distintos orígenes, lo que puede comprometer su crecimiento y su supervivencia.
En este artículo vamos a hablar de los diferentes tipos de estrés que pueden sufrir las plantas y cómo afectan a su desarrollo.
1. Estrés hídrico
El estrés hídrico es uno de los más comunes y se produce cuando a la planta no se le suministra la cantidad de agua necesaria para su desarrollo. Las hojas afectadas por este tipo de estrés pierden turgencia y acaban secándose. Las plantas pueden resistir mayor o menor grado de sequedad, dependiendo del tipo de planta y de su capacidad de adaptación. No obstante, estas situaciones de estrés hídrico afectan a la fotosíntesis y, por tanto, a su desarrollo y crecimiento.
1.1. Causas del estrés hídrico
- Baja precipitación
- Riego insuficiente
- Evaporación excesiva
1.2. Síntomas del estrés hídrico
- Marchitamiento de las hojas
- Amarilleamiento
- Caída de las hojas o de los frutos
2. Estrés térmico
El estrés térmico se produce cuando las plantas están expuestas a temperaturas extremas. Las altas temperaturas pueden hacer que las plantas pierdan agua y disminuir la fotosíntesis, mientras que las bajas temperaturas pueden provocar daños en las células. La tolerancia al estrés térmico varía según el tipo de planta.
2.1. Causas del estrés térmico
- Exposición prolongada al sol
- Temperaturas extremas noche/día
2.2. Síntomas del estrés térmico
- Marchitamiento de las hojas
- Cambios en el color de las hojas
- Reducción del crecimiento
3. Estrés salino
- Exceso de fertilizante
- Suelos salinos
- Agua salina
3.2. Síntomas del estrés salino
- Reducción del crecimiento
- Disminución de la producción de frutos
- Amarilleamiento de las hojas