¿Qué diferencia hay entre estrés manejado y no manejado?
El estrés es una respuesta normal del cuerpo ante situaciones que requieren una adaptación o cambio. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico o incontrolable, puede afectar nuestra salud física y mental. En este artículo, exploraremos la diferencia entre el estrés manejado y no manejado y cómo podemos superarlos.
Estrés manejado
El estrés manejado es aquel que podemos controlar y manejar de manera saludable. Por ejemplo, si tenemos un proyecto importante en el trabajo, podemos establecer un plan de acción para cumplir con las fechas de entrega y reducir la presión. También podemos utilizar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir los niveles de estrés.
El estrés manejado no solo nos permite enfrentar los desafíos de la vida de manera efectiva, sino que también nos permite crecer y desarrollarnos como personas. A través del manejo del estrés, podemos mejorar nuestra autoestima, fortalecer nuestras relaciones y aumentar nuestra capacidad para enfrentar situaciones estresantes en el futuro.
Estrés no manejado
El estrés no manejado es aquel que se vuelve incontrolable y puede afectar negativamente nuestra salud y bienestar. Por ejemplo, si estamos constantemente estresados por el trabajo, podemos sufrir de insomnio, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o depresión.
El estrés no manejado también puede tener un impacto negativo en nuestras relaciones y en nuestra vida profesional. Cuando estamos estresados, tendemos a ser menos productivos, menos creativos y menos capaces de trabajar en equipo.
Cómo superar el estrés no manejado
Si te encuentras en una situación de estrés no manejado, es importante buscar ayuda y apoyo. Algunas formas de reducir el estrés incluyen:
- Identifica tus fuentes de estrés: es importante identificar las situaciones o personas que te causan estrés para poder abordarlas de manera efectiva.
- Haz ejercicio regularmente: el ejercicio es una forma efectiva de reducir los niveles de estrés y mejorar tu salud física y mental.
- Practica técnicas de relajación: la meditación, el yoga y la respiración profunda son técnicas que pueden ayudarte a reducir el estrés.
- Busca apoyo social: habla con amigos o familiares en quienes confíes y busca su apoyo. También puedes considerar unirte a un grupo de apoyo o hablar con un profesional de la salud mental.
Conclusión
El estrés es una parte normal de la vida, pero es importante mantenerlo bajo control para evitar que afecte nuestra salud y bienestar. El estrés manejado nos permite crecer y desarrollarnos como personas, mientras que el estrés no manejado puede afectar negativamente nuestra salud y relaciones. Si te encuentras en una situación de estrés no manejado, busca ayuda y apoyo para superarlo.
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